Para el escenario de una Pasión,
sólo se precisa de una ciudad como la nuestra.
De una calle que muera en un más allá...
Y de un río verde al que van a parar los Misereres.

Historia

 Actualidad
La Real, Ilustre y Venerable Hermandad de Nuestra Señora de la Amargura con San Juan Apóstol participa en el desfile de la Procesión del Silencio del Miércoles Santo en Cuenca, en último lugar.
Le preceden las Venerables Hermandades de La Santa Cena, Jesús Orando en el Huerto (de San Esteban), El Prendimiento (Beso de Judas), San Pedro Apóstol, La Negación de San Pedro y el Santísimo Ecce-homo de San Miguel.
Actualmente, la hermandad cuenta con más de 2000 hermanos.

Las Sagradas Imágenes de la Santísima Virgen de la Amargura y San Juan Apóstol son obra del escultor Don Luis Marco Pérez, del año 1942.
Son portadas por 36 banceros, sobre andas de madera de nogal y plata, de los hermanos Pérez del Moral.
A lo largo del año, la Hermandad realiza varios actos importantes, como la Solemne Función Religiosa anual, que se celebra en honor de sus Titulares el último domingo de octubre; el Belén, que ya es toda una tradición, donde se recogen alimentos no perecederos y juguetes para los más necesitados; la puesta de andas en la Iglesia del Salvador el sábado anterior al Domingo de Ramos, así como la Cena de Hermandad, que se realiza este mismo día por la noche, unas horas más tarde de la puesta en andas del Paso procesional. También es importante la Junta General, a la que se convoca a todos los hermanos un mes antes del comienzo de la Semana Santa, en la que se leen las actas del año transcurrido así como se comunican las novedades en caso de que las hubiere; se revisan las cuentas de la Hermandad, se subastan los banzos y enseres de la misma y se realiza el turno de ruegos y preguntas. Y por último el gran acto, que es el desfile procesional de la Hermandad en la Procesión del Silencio cada Miércoles Santo.

Y ahora, un poco de historia.
 
 Todo empezó allá por el año 1905...
El periódico "Las noticias" de Cuenca, en su número 25 del 19 de abril de 1905, recoge cómo el Excmo. Sr. D. José Cobo adquiere una preciosa imagen representando a San Juan, adquirida expresamente para que figure en la nueva procesión titulada "El Silencio".

  Posteriormente, el también periódico de Cuenca El progreso Conquense, en su número 4372 del 11 de abril de 1906, recoge la siguiente noticia:

Don José Cobo, Senador por la provincia, ha regalado un magnífico candelabro, con destino al grupo de San Juan y la Virgen, que forma parte en la Procesión del Silencio, compuesto de veintiuna lámparas con tulipas y de un sencillo estilo.

  De ambas noticias se deduce que el Paso, solamente con la Imagen de San Juan, ya desfiló en la procesión del Miércoles Santo de 1905, año de la creación de dicha procesión; y posteriormente en la Semana Santa de 1906, se incorporó la Virgen, con lo que quedó completo el Paso actual.

 En el año 1909, según consta en documentación que obra en poder de la Hermandad, y concretamente un programa de la Semana Santa de dicho año, aparece entre las distintas hermandades que componen la Procesión del Silencio, la Venerable Hermandad de Nuestra Señora de la Amargura con San Juan Apóstol.

  También en el año 1909, según de desprende del número 799 de El Correo Católico del 10 de abril, dice que "hemos admirado las artísticas andas con las que ha desfilado el grupo de San Juan y la Virgen, donadas por la virtuosa señora Doña Anselma Lledó, viuda de Espinosa".

  Hasta el año 1928 no queda constituida la Hermandad propiamente dicha, ya que hasta entonces se la nombraba como "grupo" y no se disponía de uniforme.

  El Día de Cuenca, en su número del 16 de marzo de 1928, comunica a sus lectores que "se ha constituido una nueva hermandad de San Juan y la Soledad de la Procesión del Silencio. Todos los cofrades que quieran inscribirse en ella, lo harán por sólo el pago de entrada de dos pesetas. La túnica será morada, capuz encarnado con una cruz verde sobre el pecho. El primer cofrade inscrito es el Excmo. Sr. Don José Cobo."

  El mismo diario, en su número del día siguiente, publica que "por la concordia establecida por las Hermandades que constituyen la procesión del Silencio del Miércoles Santo, se ha acordado que los de la nueva cofradía de San Juan y la Soledad vistan túnica azul, cinturón encarnado y capuz blanco."

  En la Semana Santa de 1929, según consta en el número 46 de La Opinión del 21 de abril, la Hermandad estrena "unas ricas andas de plata, costeadas por algunos devotos"; y, en el número 2224 de El Día de Cuenca, se publica:

Anoche tuvimos el gusto de admirar unas artísticas andas de plata que, donadas por el Excmo. Sr. Don José Cobo para el paso de San Juan y la Virgen, se hallan expuestas en el comercio industrial de esta plaza D. Calixtino Benedicto.

  En el periódico La Voz de Cuenca, en su número 405 del 21 de abril de 1930, recoge cómo "San Juan y la Virgen lució un magnífico palio de plata meneses de traza gótica, donado por Don José Cobo".

  Según noticias periodísticas de la época, se sabe que la Hermandad contaba con 120 cofrades en 1929.

“Las andas, rutilantes de luces. Hasta aquí, inmóviles, adquieren vida, vacilan un instante, titubean, se estremecen, vibran y, por fin, se ponen en marcha lentamente. Federico, Rafael y yo, cada cual con un cirio en las manos y la boina en la otra, nos incorporamos al cortejo detrás del “paso” de la Virgen de la Amargura, que, entre fanales iluminados y llena de majestad en su amplio vestido de terciopelo negro recamado de plata, dirige su mirada dolorosa, invadida de lágrimas al cielo. Sobre los hombros de los robustos encapuchados, avanza y se balancea como un barco, en medio de un rumor de cristales y de collares de perlas que se entrechocan. Y el cortejo sigue su ruta, cuesta arriba y cuesta abajo, penetra en callejuelas angustiosas, atraviesa viejos puentes de piedra, desaparece en las tinieblas y resurge en la claridad consoladora de las plazoletas, en cuyos balcones y ventanas se rejerías magníficas se desploman, como gavillas de espigas que la hoz abate, siluetas oscuras que se persignan”. 
Libro García Lorca en la Semana Santa de Cuenca, de Carlos Morla Lynch, tiene como protagonistas a Rafael Martínez y Federico García Lorca. Los tres quedan en Atocha en aquella Semana Santa, posiblemente de 1932.
Poema de Ferico García Lorca a la Virgen de la Amargura de Cuenca
En la habitación del hotel, en la paz de la alcoba, surge el poema incomparable con que Federico evoca la procesión que pasa: “…Virgen de la Soledad, / abierta como un inmenso / tulipán, / En tu barco de luces / vas / por la alta marea / de la ciudad / entre saetas turbias / y estrellas de cristal / … por el río de la calle, / ¡hasta el mar!”.

  Posteriormente, durante la Guerra Civil española, fueron destruidas las imágenes, así como todos los enseres, incluidas las andas y la totalidad de la documentación de la que disponía la Hermandad.
Transcurrida la Guerra Civil, en el año 1942 se incorpora nuevamente al desfile procesional luciendo tallas nuevas, las actuales, obra del escultor Luis Marco Pérez.

  El capítulo General Extraordinario de la Hermandad del 3 de septiembre de 1950, da por constituida la Real, Ilustre y Venerable Cofradía de Nuestra Señora de la Amargura y de Nuestra Santísima Madre de las Angustias, debido a la reducción de sus hermanos tanto en número como en filas.

  El 10 de abril de 1954 se da por extinguida la unión con la Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias, celebrando el día 26 de mayo de 1955 su primera junta, tras la separación, aprobándose nuevas constituciones.

  Desde esta fecha y hasta la década de los 70, la Hermandad pasa, al igual que la mayoría de las hermandades de la Semana Santa de Cuenca, dados los escasos recursos económicos de los que se disponía, por una etapa bastante precaria en todos los sentidos.

  A partir de los años 80, y con la incorporación de la mujer a los desfiles procesionales, se inicia una etapa de auge y esplendor, desembocando en la actual Semana Santa de Cuenca, declarada de Interés Turístico Internacional.

  A finales de 2013 y tras varia correspondencia entre Casa Real y la Hermandad, esta última adquiere el título de Real e Ilustre, quedando así como Real, Ilustre y Venerable Hermandad de Nuestra Señora de la Amargura con San Juan Apóstol.

  Como dato, Su Majestad, la Reina Letizia, es Camarera de Honor de la Hermandad.

Imágenes antiguas